La Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) manifestó su molestia por las multas que la autoridad municipal impone a los negocios por no tener a la vista la licencia comercial, a pesar de que los propietarios hayan cumplido con su trámite.
Así lo indicó la Lic. Gina Villalobos, presidenta de Canacope Tijuana, quien señaló que la licencia comercial se debe revalidar cada año entre los meses de enero a junio, lo cual saben muy bien los comerciantes.
“La mayoría hace su pago en enero; pero en mayo llegan los inspectores y los multan, con el argumento de que no tienen a la vista su licencia comercial, entonces el reclamo es por qué proceden con estas sanciones si los comerciantes están cumpliendo con su pago”, comentó.
Lo incongruente, dijo, es que el costo de la revalidación de licencia comercial es de 839 pesos, mientras que las multas son de 1,400 pesos, aun cuando los comerciantes lleven su documentación para demostrar que cumplieron con el pago de su licencia.
“Es un problema, porque vas a Recaudación de Rentas, en Inspecciones, y está lleno de gente que está siendo multada aunque hayan pagado su licencia y lo peor es que los dejan afuera en el sol haciendo fila, porque pasan de siete en siete personas. Creo que los inspectores deben dedicarse a revisar a los comercios que no han pagado, por qué requerir a los que ya cumplieron”, sentenció.
La líder de Canacope Tijuana expuso que como organismo tienen la intención de acercarse con el próximo gobierno municipal para proponerle que digitalicen los permisos, pues el comerciante paga su licencia y guarda el documento, no siempre lo tiene a la vista.
Por otro lado, cuestionó Gina Villalobos, ¿qué no tienen un base de datos donde sepan qué comercios no han pagado?, pues es algo muy injusto que tengan que pagar por un trámite con el que se cumplió.
Actualmente Canacope Tijuana cuenta con más de 3,100 comercios agremiados, de los cuales alrededor de 150 se han quejado en fechas recientes por este proceder de la autoridad municipal.
Finalmente, la dirigente hizo un llamado a la autoridad a emprender la digitalización de permisos, y que sus inspectores se enfoquen en los morosos, y no en sancionar a los comerciantes cumplidos.
