La degradación ambiental y la pérdida de productividad agrícola han generado desplazamientos forzados en distintas regiones del país, advirtió la asociación ecologista Nación Verde, la cual señaló que es consecuencia del cambio climático.
“La crisis climática está transformando de manera silenciosa los patrones migratorios en México, debido al aumento de las temperaturas, la irregularidad de las lluvias, las sequías prolongadas y la intensificación de huracanes y tormentas, lo que ha provocado que miles de personas abandonen sus hogares cada año”, indicó Octavio López, director de Nación Verde.
De acuerdo con el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC), dijo, en 2023 más de 196 mil personas en México fueron desplazadas internamente a causa de desastres naturales como inundaciones, incendios, deslaves y sequías extremas, condiciones que han afectado la vivienda, los cultivos y los servicios básicos, especialmente en Tabasco, Veracruz, Chiapas, Guerrero y Yucatán.
“La crisis climática no sólo afecta al medio ambiente, sino que profundiza la pobreza, limita el acceso al agua y erosiona los medios de vida rurales; cuando las condiciones son insostenibles, la migración deja de ser una elección y se convierte en una necesidad”, señaló.
Subrayó que el fenómeno también impacta a las ciudades receptoras, que enfrentan una presión creciente sobre los servicios básicos, la vivienda y el transporte, pues muchas personas desplazadas terminan asentándose en zonas irregulares o de alto riesgo, sin acceso adecuado a agua potable ni saneamiento, lo que genera una crisis social y ambiental de doble filo.
El director enfatizó que México aún no reconoce oficialmente la migración climática, por lo que no existen mecanismos legales que protejan a las personas desplazadas por causas ambientales, de manera que “urge reconocer este fenómeno e impulsar políticas públicas que fortalezcan la resiliencia ecológica”.
Finalmente, resaltó que frente a este panorama, Nación Verde impulsa proyectos de restauración ecológica y regeneración del territorio que buscan frenar la migración forzada a través de la reforestación, la infiltración hídrica y la creación de empleos verdes, a fin de fortalecer los ecosistemas, mejorar la disponibilidad de agua y ofrecer nuevas oportunidades de desarrollo.
