Tijuana.-Perla del Mar Hernández es una enfermera que decidió ayudar a personas en situación de calle, esta labor la hace desde hace diez años y para cumplir con su objetivo creó, primero, un refugio con capacidad de 40 personas que se llama Casa de Deportados Sagrado Corazón.
Si bien el lugar se creó en un inicio para recibir a las personas que son expulsadas de los Estados Unidos, con el tiempo notó que debido a la falta de documentos muchas de las personas deportadas terminaban en situación de calle, a ellos les fue abriendo la puerta y ahora atiende a este grupo casi en exclusiva.
Para sostener el albergue nunca ha recibido apoyo oficial; la casita en la que opera es rentada y se sostiene a base de donativos de la gente altruista como es el caso de una persona que en forma anónima la ayuda con el pago del alquiler del lugar.
“El programa se sostiene de gente de buen corazón, de donaciones en general no tenemos apoyo gubernamental” indicó Perla del Mar Hernández, enfermera del refugio casa de deportados “sagrado corazón”
Además de un techo donde poder pernoctar, la Casa del Sagrado Corazón también ofrece una comida diaria a las personas que atiende, esto lo hace gracias a los donativos que en especie recibe de personas de la comunidad.
Varios días a la semana, la enfermera Perla recorre calles del centro de la ciudad para revisar a las personas en situación de calle, revisándoles sus signos vitales y una prueba rápida de glucosa, asegura que muchos no tienen niveles en rangos aceptables.
“Tengo yo otro programa, gratuitamente sin ningún lucro de nada, haciendo las pruebas de la diabetes, tomando la presión, la temperatura y su toma de peso” aseguró Perla del Mar.
Lamenta que con la desaparición del Seguro Popular muchas de estas personas quedaron sin la posibilidad de recibir atención médica a través del Sector Salud y ahora la única institución, que también es un esfuerzo de la ciudadanía, en brindarles servicio médico se llama Prevencasa.
