Tijuana.- El albergue que iba a habilitar el gobierno municipal junto con la federación no se abrirá por el momento, pues los dueños del local querían una garantía de que la próxima administración seguiría con el contrato y no se les puede dar, dijo José Luis Pérez Canchola, director municipal de Atención al Migrante.
Este refugio estaba pensado para trasladar a los migrantes instalados en el campamento de El Chaparral.
Asimismo, aseguró que el presupuesto mensual para atender parte de esta situación es de 100 mil pesos mensuales para alimentar a las personas de los albergues, y 50 mil pesos mensuales para los boletos de los deportados que regresan a su lugar de origen.
Esta problemática, señaló, tiene varias vertientes, como los 200 deportados diarios desde Estados Unidos, la falta de albergues suficientes, las personas que han llegado al campamento que no son migrantes, sino que son indigentes de la ciudad, narcos, polleros o asaltantes, la falta de lugares dignos y seguros para los menores.
También señaló que a diario llegan personas de Michoacán y Guerrero, que migran por condiciones humanitarias y no laborales, por lo que la federación debe multiplicar los apoyos, ya que requieren atención social.
“Se está convirtiendo en una población mucho más complicada”, afirmó.
