Tijuana, 6 de mayo de 2022.- En Tijuana y en México en general se tiene un concepto erróneo de lo que es el hábito de la lectura ya que hay quienes determinan que solamente por leer poesía o ciertos tipos de literatura, se les puede considerar como “lectores”, sin embargo el hábito de la lectura es mucho más simple que eso, aseguró René Castillo, quien se desempeña como el director de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión.
Este viernes dio inicio el evento cultural, en su edición número 13 y después de dos años de inactividad, adoptaron el Callejón del Travieso, como nueva sede, esperando que la comunidad en general asista.
Castillo refirió que importancia de este tipo de eventos en donde la comunidad tiene acceso a títulos que muy probablemente no se pueden adquirir por el limitado número de títulos que llegan a esta región.
“Tenemos 15 años trabajando en esto, tenemos una librería que es el Grafógrafo, donde todo el año trabajamos en investigación y encuestas de hábito de lectura y consumo editorial en Tijuana y lo que es como nuestra bitácora de campo esa librería y nos permite tener contacto con los lectores y nos dimos cuenta desde el primer año que nos han mentido, sobre el hábito de lectura de los Tijuanses”, comentó.
Explicó que se confunde el no tener acceso a los libros, el alto costo de los mismos y la falta de bibliotecas con el hecho de que supuestamente no se tenga un gusto o interés por la lectura.
“Muchas personas no se asimilan como lectores porque creen que el ser lector es leer poesía y que si leen el periódico, no son lectores o que si leen textos científicos o estudiantes o que si no es literatura, no es lectura, pero sí lo es, en Tijuana la limitante que se tiene es por la ubicación”.
Agregó que del amplio catálogo de textos publicados, es un número reducido el que las librerías pueden traer a la ciudad, limitando así las posibilidades de lectura para los consumidores.
De igual forma refirió que gran parte de la ciudadanía quiere adquirir libros pero el costo es otro de los impedimentos, el cual contradice el discurso continuo de que “el mexicano no tiene interés en la lectura”.
“Es imposible que ganando lo menos le pidamos a las personas que inviertan en comprar libros, a veces no es que no haya un interés, es que no hay una posibilidad, las condiciones económicas no permiten ver que si hay muchísimos lectores que si hay, yo creo que el mexicano si lee y lo que hace falta es tener este encuentro (…) los libros son costos y no podemos esperar que México sea un país de lectores si la estadística depende de la venta de libros”, finalizó.
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