Janette De Los Reyes
Tijuana, 7 de agosto de 2022.- Con la convicción de que quedarse en México es mejor que intentar el llamado sueño americano, el matrimonio de Carlos Alberto y Marsellesa, dos venezolanos combinan su actividad profesional con la venta de alimentos típicos de su país.
Marsellesa es psicóloga de profesión que desde hace nueve años radica en Tijuana, Carlos Alberto un ex agente de la Policía venezolana explican que el elevado número de sus paisanos que son deportados de México se debe a qué son personas enviadas por el régimen de Nicolás Maduro.
Para el matrimonio regresar a Venezuela ya no es opción, sobre todo porque el salario en aquel país es equivalente a cuatro dólares mensuales, situación que es la que obliga a las personas a salir en busca de mejores oportunidades para sus familias, además de que el ingreso es bajo, hay desabasto de los productos básicos.
Explican que la venta de comida en la calle empezó después de que el local comercial que tenían en el centro de la ciudad tuvieron que cerrarlo luego de que el dueño les incrementó la renta de 300 a 800 dólares al mes lo que lo hizo incosteable.
Ahora venden empanadas rellenas de un platillo típico venezolano de nombre guasacaca, una mezcla de frijol negro, carne molida y plátano frito, el puesto lo instalan todos los domingos a un costado de la escalinata que da acceso del malecón a la playa.
Para el matrimonio venezolano, en México han encontrado la oportunidad de establecerse, aquí se conocieron y también en Tijuana formalizaron su unión. Aseguran que muchos de sus compatriotas llegan con la intención de cruzar a Estados Unidos y luego de un tiempo les comunican que era mejor haberse quedado en esta ciudad.
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