Janette De Los Reyes
Tijuana, 4 de octubre de 2022.- Ningún gobierno de México sabe como gastar el dinero de las contribuciones, lo despilfarran y han demostrado que cuando tienen mayores recursos son más ineficientes y opacos. Además la sobretasa al impuesto sobre la nómina impactará directamente a los trabajadores porque las empresas restarán beneficios para ajustar sus presupuestos.
Lo anterior lo afirmó el fiscalista Adolfo Solís Farías luego de su participación ante el Colegio de Contadores, cuando expuso en entrevista que la molestia del sector empresarial se debe a que la carga impositiva se diseñó para impactar en un sector de la sociedad que no forma parte de la base electoral de quienes están en el gobierno.
“Hay una inconformidad en cuanto a la socialización de los impuestos, los cuales tienen el fin de sufragar necesidades públicas, pero aquí el sector empresarial señala que no permea a toda la sociedad, se afecta a solo un grupo que es el que siempre paga sus impuestos”.
Añadió que “la sociedad debe saber que en Baja California existe un Impuesto sobre Remuneraciones que es de 1.80%, al que se le puso una sobretasa de 1.20%, y le acaban de poner una segunda sobretasa de 1.25%; el problema es que constitucionalmente no se permite que vayas piramidando las sobretasas sobre el impuesto”.
Detalló que la justificación del Ejecutivo Estatal para crear la pirámide de sobretasas obedece a problemas sociales en materia de seguridad, de infraestructura, de educación, “pero si enumeras son cientos los problemas, ¿entonces vas a poner cientos de sobretasas?, esto genera incertidumbre”, además de que impacta a las empresas que ya tienen presupuestados sus gastos anuales.
“Si el gobierno requiere recursos, puede poner impuestos, sí, pero en los renglones que no están gravados. Hay ciudadanos, hay empresas, que cometen actos que le cuestan al estado, que generan una lesión como emitir descargas contaminantes, predios infrautilizados, hay muchos lugares donde no pagan y ahí es donde se puede cargar el impuesto”, explicó.
Criticó que los gobiernos justifiquen la creación de impuestos para fines específicos como sucedió durante la administración de Jaime Bonilla que anunció cobros mediante Fisamex que se utilizarían en infraestructura hídrica pero que al final terminaron en la bolsa del gasto corriente y no donde se debían emplear.
“México no paga porque no ve transparencia de sus gobernantes que te demuestren que el dinero se va a emplear bien y en ese momento nadie se va a amparar” concluyó.