Tijuana, 04 de aosto de 2023.- Un grupo compuesto por 27 niños, quienes han tenido que desplazarse debido a la violencia en sus lugares de origen, se encuentran participando activamente en un enriquecedor taller que abarca desde canto hasta bailes folclóricos. Detrás de esta iniciativa está el albergue Pro Amore Dei, cuyos administradores tienen la esperanza de llevar a cabo un emocionante festival el próximo mes de septiembre.
Los talleres, que dieron inicio a comienzos de esta semana, se desarrollan cada mañana en el Cine Libertad. En este espacio, estos niños comparten una similitud fundamental: todos experimentan el estrés causado por la difícil transición de vivir lejos de sus hogares y del mundo que solían conocer.
“Si les damos a los niños la oportunidad que no han tenido de expresarse a si mismos vamos a ver la belleza que hay en sus almas”, expuso Leticia Herrera coordinadora del albergue que se ubica en el Cañón K de la colonia Altamira.
Entre los participantes se encuentra Julia Ramírez, una migrante que ha huido de la violencia familiar en su natal Guadalajara, Jalisco. Para sus tres nietos, quienes han experimentado un proceso de adaptación complicado en el albergue, el taller ha resultado crucial. La pérdida de la privacidad y el sentido de pertenencia han sido retos, pero esta actividad ha desencadenado un cambio positivo.
Según Julia, en los primeros días de su estadía, los niños manifestaban temor ante la idea de regresar a su ciudad de origen. Sin embargo, después de dos meses, anhelan cualquier cambio, pues el estrés ha tomado su toll.
A medida que se han unido a las clases de canto y baile, Julia observa un ánimo más elevado en los niños, lo que a su vez ha resultado en una liberación de estrés tanto para ella como para su hija, quienes también se encuentran en el albergue.
