Tijuana, 26 de septiembre de 2023.- En el marco del Día Mundial del Turismo a celebrar el próximo 27 de septiembre, en el que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destaca el lema “Turismo e inversiones verdes”, es importante señalar que el turismo debe ser una actividad intrínsecamente ligada a los recursos naturales, un ejemplo de sustentabilidad, de visión de largo plazo, y generadora de derrama y bienestar a las comunidades.
Al igual que todas las empresas, el turismo puede ser una fuente de desarrollo económico, creadora de empleo y una valiosa herramienta para la preservación y difusión del patrimonio cultural de una región, consideró José Carmelo Zavala, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental A.C.
Desafortunadamente, en México, existen varios polos de desarrollo turístico de alta gama, soportados y rodeados de enormes cinturones de pobreza que no alcanzan a distribuir recursos con justicia a sus colaboradores y entornos.
“El turismo está cambiando, el cliente de ese turismo de alta gama también son personas que buscan que sea sustentable, y creo que esa es la oportunidad que podríamos tomar para redefinir esta actividad y crear un futuro más sostenible para las personas, el planeta y la prosperidad”, señaló.
Un problema evidente en las costas de Baja California, es el tratamiento de aguas residuales que contaminan el mar con las continuas descargas. Las empresas turísticas deben estar comprometidas con sus playas, con los recursos naturales que explotan y con proyectos sustentables que brinden oportunidades a todos.
Otro ejemplo en la entidad son las más de 300 Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), que desarrollan el turismo cinegético y permiten una derrama económica en comunidades rurales con la caza de especies como el faisán, la codorniz, gallito de monte, venado, puma, entre otros.
El mayor reto para Baja California en desarrollo sustentable es el Valle de Guadalupe, el explosivo crecimiento en los últimos años le ha traído a esa zona del municipio de Ensenada un éxito destructivo.
A pesar de la planeación documentada por importantes instituciones educativas y de investigación, el ordenamiento ecológico no ha tenido buenos resultados por la falta de implementación de los tres órdenes de gobierno.
“Creo que los tres órdenes de gobierno no han jugado el papel que les corresponde en el desarrollo planeado para mantener la vocación rural, agrícola y turística, no solo en el valle de Guadalupe, también con el resto de áreas de plantación de viñedos y desarrollo de gastronomía”, destacó.
El director del CIGA, explicó que se debe de considerar la capacidad de carga del ecosistema y del hábitat, para que las variables ambientales y los recursos naturales no vayan más allá de su recuperación, como el agua que ya es un limitante de desarrollo en Valle de Guadalupe, donde se proyecta la construcción del atractivo turístico Sassi del Valle.
“El pueblo, como se plantea este desarrollo turístico, es realmente un centro comercial; es un centro comercial que debe armonizarse en paisaje, densidad y en los recursos naturales como el agua, para que, en lugar de ser un factor de desequilibrio, sea un factor de desarrollo”. Señaló.
Existe la esperanza de una solución consensuada con la comunidad, principalmente con los pueblos originarios de San Antonio Necua, San José de la Zorra, poblaciones que contribuyen, no que destruyen”, subrayó.
José Carmelo Zavala, hizo énfasis en el concepto de negocio sustentable, en el que las empresas se convierten en entes distribuidores de bienestar, con compromiso hacia la comunidad, con la naturaleza y alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Hay que mirar el bosque, no tropezarnos con las ramas del bosque, y tal vez esa sea la clave para entender la economía con la ecología, porque en el turismo son importantes los recursos naturales, como materia sustantiva y debe ser compatible con el largo plazo”, finalizó.