Aunque el estrés está presente en la vida cotidiana es importante identificarlo en el ámbito académico, ya que puede ser un factor que demerite el rendimiento de los estudiantes, y de los propios docentes.
Así lo mencionó Jonathan Esquivel, coordinador del área clínica del centro comunitario UNIPAC (Centro Universitario del Pacífico), quien explicó que el estrés es una respuesta física y emocional de largo plazo que el cuerpo presenta ante situaciones que percibe peligrosas o desafiantes.
“Ahora bien, en el ámbito educativo se puede experimentar cuando se tiene un examen importante, algún proyecto final, presentaciones, entre otros trabajos, donde el cuerpo puede detonar estrés al sentir que está en riesgo a fallar, o no estar a la altura de las expectativas”, apuntó.
El académico señaló que esa reacción activa y moviliza a la personas para responder con eficacia, y conseguir sus metas y objetivos, sin embargo, en ocasiones pueden ser demasiadas exigencias al mismo tiempo, lo que puede agudizar la respuesta y disminuir el rendimiento.
“Al hablar de estresores académicos y como identificarlos, su origen suelen ser dos tipos: las exigencias internas, que son la que nos ponemos nosotros mismos cuando somos muy autoexigentes, tenemos altas expectativas de logro, necesitamos mantener el control y nos esforzamos en ello”, detalló.
Mientras que las exigencias externas, agregó, son aquellas que se presentan en el entorno y dentro de las cuales se destacan el entregar tareas, rendir pruebas y exámenes, realizar trabajos en equipo, exponer, no entender contenidos abordados en clase, tiempo limitado para las obligaciones académicas, expectativa familiar, comparación en redes sociales, por mencionar algunas.
En ese sentido, el coordinador recomendó algunas técnicas para el manejo de estrés académico, como es la administración del tiempo, es decir, establecer horarios de trabajo realistas en las que se considere que, como estudiante, hay exigencias familiares y de otras esferas sociales, a las cuales se deberán aprender administrar.
“También es importante estar consciente de las posibilidades y limitaciones, tomando en cuenta que un día sólo tiene 24 horas, por lo que se deben establecer objetivos y prioridades, para lo cual se puede elaborar una lista de todas las tareas, actividades y compromisos que se tienen que hacer en el día a día”, sugirió.
Finalmente, Esquivel subrayó que la actitud positiva es parte clave para afrontar el estrés de manera general, ya que el humor brinda una situación de control y libera de emociones negativas desagradables.