Tijuana, 23 de junio de 2023.- Lo resultados realizados por la Comisión Estatal Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) no son confiables, sin embargo, estos fueron al base para la decisión de abrir cinco playas al uso público.
El director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental, José Carmelo Zavala Álvarez detalló que las mediciones realizadas por la COEPRIS son extemporáneos y publicados a destiempo, contrario a lo que sucede en las playas de Estados Unidos.
“No son tan confiables los análisis que se reportan en tiempo ni oportunidad, me parece que la población se puede dar cuenta en la orilla de la playa donde están los puntos de contaminación y no puedes esperar que haya calidad de agua si las plantas de tratamiento de aguas residuales no han mejorado su funcionamiento”, declaró.
Agregó que esos estudios solo incluyen las bacterias detectadas en el agua pero no aportan información sobre los metales pesados, así como otros elementos que resultan dañinos para la salud.
“La principal variable son las cargas bacterianas, no es el único parámetro que se mide y en esa cadena de custodia hay muchas variables que arrojan imprecisiones, se trata no solo de la frecuencia y la calidad de muestreo sino dónde muestreas”.
Añadió que desde que se declaró la alerta en las playas y se cerraron al público las plantas tratadoras de agua, que son la principal fuente de contaminación no han sido reparadas y existen escurrimientos furtivos en varios puntos y el Río Tijuana.
Finalmente señaló que los bañistas que quieran entrar al agua, deben hacerlo tomando en cuenta su salud ya que la contaminación afecta de forma distinta a los seres humanos y que sobre todo se tenga especial cuidado con niños y personas vulnerables.
