Marcos Alejandro Sena Amaro, de 14 años, desapareció el 22 de marzo tras escapar del albergue La Esperanza, bajo resguardo del DIF Estatal en Tijuana. El menor, quien superó la leucemia en el Hospital General de Tijuana, sigue sin ser localizado y la ficha de búsqueda difundida por las autoridades muestra la fotografía de otra persona.
Durante siete años, Marcos recibió tratamiento oncológico y forjó lazos con el personal médico del hospital. Su madre, quien perdió la custodia por negligencia y maltrato, dejó de visitarlo hace tiempo. Desde entonces, el adolescente pasó por varios albergues del sistema estatal sin ser considerado para adopción, aunque expresó en distintas ocasiones su deseo de formar parte de una familia.
Fue una trabajadora del hospital quien descubrió su desaparición, al intentar coordinar una cita médica para el retiro de un catéter. Al llamar al albergue, le informaron de manera informal que Marcos se había escapado semanas antes. Ni el director del lugar respondió las llamadas ni el DIF Estatal reconoció oficialmente el hecho.
Al buscar su ficha de búsqueda, el equipo médico notó que la imagen no correspondía al menor. Incluso el coordinador de casas hogar del estado desconocía que Marcos había escapado, lo que evidenció una grave descoordinación interna.
Aunque finalizó el tratamiento contra el cáncer, Marcos requiere revisiones médicas constantes para evitar recaídas. Fue visto por última vez en la colonia La Joya. Mide 1.45 metros, pesa 50 kilos, tiene tez morena, ojos café claro, cabello castaño y un lunar en la frente.
Las autoridades piden ayuda para dar con su paradero, pero la difusión errónea de su imagen ha dificultado su localización. La omisión y el desinterés institucional agravan el riesgo que enfrenta.