Y como reza el dicho popular, al pobre le llueve sobre mojado, miles de familias tijuanenses lo han perdido todo a causa de las lluvias.
Es importante decir que las autoridades no se han quedado paradas, pues han emitido recomendaciones para que la gente pobre se resguarde, pero solo eso.
Ya es noticia nacional que el diluvio en Baja California se presentará otros cuantos días más, la gobernadora por lo pronto canceló las clases durante esta semana y la Secretaría de Educación emitió un comunicado para que los estudiantes retomaran sus clases a modalidad distancia.
Sin embargo, los mismos problemas que se han presentado durante la pandemia, hoy regresan, la falta de trabajo, pues muchas personas que son comerciantes no han podido laborar, la canasta básica comienza a escasear, la falta de electricidad, por ejemplo ha provocado que esta modalidad no sea posible.
Las recomendaciones son buenas, y pudiéramos decir que, hasta exactas, que las familias se resguarden en espacios que se han habilitado, pero muchos de ellos se preguntan ¿y nuestras viviendas, qué pasará con ellas? ¿Qué pasará con nuestro patrimonio?
Caso específico son las familias de la colonia Antorcha Magisterial, en el municipio de Tijuana, quienes se encuentran ahí gracias a la reubicación del gobierno municipal que encabeza Montserrat Caballero,.
“Reubicados para comenzar uno de los caprichos más del presidente de la república”, pero las primeras lluvias provocaron derrumbes y otros más problemas en las endebles casas de los compañeros antorchistas.
Ante la exigencia de ser escuchados, Bienestar social respondió con lonas, lonas fueron utilizadas, pero que no responden al problema de fondo que tienen los terrenos que entregó el gobierno municipal, terrenos que serán pagados por las familias, porque no fueron regalados.
Hoy los funcionarios voltean a ver las zonas céntricas de las ciudades, pero se olvidan que en la periferia también viven familias, las más vulnerables por su condición social y económica, familias que necesitan de más apoyo y más sensibilidad política.
Lo arriba comentado solo es una pequeña muestra de lo que pasa en cientos de colonias, donde las familias sufren inundaciones, donde ya no tienen nada, sé que existen otros lugares donde están igual o peor que los compañeros de la Antorcha Magisterial, pero no hay otra salida que la exigencia, que alzar la voz y exigir que el gobierno cumpla, porque los de acá, los de este lado del municipio, también pagamos impuestos.
Las lluvias continúan, las recomendaciones serán a lo mejor más intensas, pero los pobres seguiremos en las mismas condiciones si no nos decidimos a organizarnos y luchar.
Por lo pronto los de la colonia Antorcha Magisterial ya han exigido una solución, queda en manos del ayuntamiento y de Montserrat Caballero la atención y evitar así una catástrofe.