Tijuana, 20 de abril de 2022.- El director operativo de la asociación Comunidad Cultural de Tijuana, César Espinoza consideró que más allá de desaparecer las terapias de conversión, es necesario regularlas y llamarlas por el nombre que se viene utilizando recientemente, ECOSIG.
“Es una regulación lo que se tiene que hacer al trabajo abordado desde la psicología, aún existen este tipo de especialistas que manejan este tipo de procedimientos y algo adecuado es cambiarle el nombre, no tanto por Terapias de Conversión sino por ECOSIG, que son los Esfuerzos por Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género”.
Espinoza aseguró que este tipo de prácticas son un atentado a la dignidad humana que destruyen la personalidad de las personas de la comunidad LGBTQ+ principalmente cuando se trata de menores de edad.
“Lamentablemente es común, es una actividad que vulnera totalmente a juventudes porque está esta parte donde los padres tienen todavía la tutoría y deciden llevar a las infancias y adolescencias a estos procedimientos ya sea con algún especialista o pseudoespecialista o incluso instituciones religiosas donde se practican este tipo de exorcismos y actividades”.
Puntualizó que en la etapa adulta, quienes fueron obligados a tomar ese tipo de terapias se resisten a acercarse a psicólogos o buscar ayuda profesional pues temen ante las respuesta de revelar su verdadera identidad sexual.
“Comúnmente lo que vemos es un traumatismo que se genera por este tipo de experiencias que vulneran a este tipo de personas; algo que no se puede cambiar son las orientaciones y estamos hablando que las ECOSIG son estas torturas, estos esfuerzos innecesarios para cambiar algo que es inherente a la persona”, puntualizó.
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