Janette De Los Reyes
Tijuana, 11 de septiembre de 2022.- Los padres de familia tienen la obligación de educar a sus hijos en el respeto a los demás a fin de evitar que esos problemas se reflejen en la escuela, mientras por su parte, Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Secretaría de Educación Pública actúan con lentitud para garantizar el derecho de los alumnos de preparatoria a expresar su identidad.
Dentro de un diálogo entre estudiantes padres de familia y maestros donde se habla sobre los problemas de discriminación que suceden en las escuelas de Tijuana; la profesora de la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas Catalina Heredia expuso que, aunque cada vez son menos, siguen presentándose casos de alumnos que son discriminados por su apariencia física.
Desde 2014 se está legislando que las escuelas sean incluyentes, pero aún hay padres de familia que se niegan a adecuar los reglamentos escolares para que de ser obligatorio que los estudiantes acudan clases siguiendo estereotipos sociales de hombre y mujer.
La profesora Heredia descartó que la vestimenta, el tipo de corte o color de cabello sean motivos para que los alumnos sufran de acoso, aclaró que tampoco esas preferencias incrementan o disminuyen el aprovechamiento escolar y recordó que son los valores y la formación que reciben los adolescentes en casa el principal factor que provoca casos de bullyng.
Por otra parte, la señora Isabel Castillo, madre de Acoyani, el menor al que le fue le había prohibido ingresar a clases por el largo de su cabellera al inicio del ciclo escolar, señaló que luego del incidente con la dirección de la Escuela Secundaria No. 4, su hijo ha entrado a las clases diariamente y que no ha sido molestado en ningún momento por sus compañeros, algunos de ellos fueron sus compañeros en la primaria.
Consideró que para que los estudiantes dejen de estar en un ambiente de discriminación, más allá de los alumnos falta mucho por hacer en el personal docente y administrativo de las escuelas porque, ya que son finalmente las personas que están haciendo una función y dirigen los planteles educativos.
Paulina Maldonado es una joven de 27 años que cuando cursaba la secundaria estuvo a punto de ser expulsada, recuerda que en su tiempo el director de la Secundaria 44 obligaba a las alumnas a salir al patio y revisaba su peinado, en una ocasión que no cumplió con el estándar exigido estuvo a punto de ser expulsada.