Janette De Los Reyes
Tijuana, 16 de octubre de 2022.-Catorce migrantes venezolanos que fueron trasladados al albergue Misión Evangélica Roca de Salvación se mantienen recluidos sin salir más que a lo esencial pues temen ser víctimas de alguna de las bandas criminales que operan en la ciudad; están a la espera de lo que este lunes resuelva la autoridad mexicana sobre su destino y algunos de ellos descartan la posibilidad de regresar a su país.
Tras una travesía de un mes desde que salió de su natal Venezuela, Jolfrén por fin pudo ingresar a Estados Unidos, lo hizo a través de Ciudad Juárez en Chihuahua cuando lo deportaron, primero lo enviaron a un centro de reclusión en el estado de Texas para finalmente traerlo a San Diego y lo deportaron por Tijuana.
Para el joven de solo 19 años, regresar a Venezuela no es opción y de ser necesario se quedaría a trabajar en Tijuana mientras resuelve su situación con los Estados Unidos, país al que desea ingresar para reunirse con uno de sus familiares que le ofrece la posibilidad de conseguir trabajo y mejorar la calidad de vida de su familia.
Al momento de ingresar a México, el Instituto Nacional de Migración le entregó un permiso por siete días de estadía legal en el país, de este tiempo ya trascurrieron tres días por lo que está a la espera de lo que resuelva la autoridad estatal que podría apoyarlos con el traslado a la Ciudad de México.
El grupo permanece en el albergue Misión Evangélica Roca de Salvación ubicado en la parte alta del Cerro Colorado atiende a más de 200 migrantes entre niños y adultos, enfrenta problemas para la alimentación de las personas ya que se encuentra rebasado en su capacidad explicó Oscar Arnulfo Alvarado, uno de los responsables.
En entrevista explicó que cuando llegó el grupo venezolano tuvieron que habilitar algunos colchones en el piso para que durmieran ya que al momento de su llegada se les informó que solo pasarían una noche en ese lugar pero su estadía se ha extendido por varios días igual que la del resto de migrantes, la mayoría desplazados por la violencia en Michoacán y Guerrero.
En ese albergue, explicó, las necesidades son todas, pero principalmente insumos para la alimentación, el aseo personal y de los espacios además de pañales para los niños.
