Por: Octavio Fabela
Tijuana. – Desde hace un año, aproximadamente, Rigoberto Ochoa ha intentado ver a sus hijos, de los cuales fueron separado por problemas con su ex esposa, quien en su intento de evitar un reencuentro familiar lo mandó matar en al menos dos ocasiones, sin lograrlo.
Ochoa, preocupado por el riesgo que corría su vida, se mudó a Los Mochis para recuperarse de los impactos de bala que recibió en la cabeza, además de mantenerse bajo resguardo en casa de sus familiares.
Ahora busca regresar a Baja California, pero con la finalidad de encontrar apoyo legal con el que pueda obtener la custodia de sus hijos o al menos, le fijen fechas para poder verlos, pues su ex esposa se los ha estado negando.
Rigoberto aún hace entrega de la manutención y apoyos económicos para que a los niños no les falte alimento ni vestimenta, pero ahora desea hacerlo con el respaldo de un juez que logre obtener la visita a su hijo e hija de 8 y 10 años de edad.
Laura “N”, es el nombre de la mujer que hace un año lo invitó a un parque en Playas de Tijuana bajo la promesa de que vería a sus hijos, pero al llegar fue recibido por ella y otro hombre que le disparó o en al menos dos ocasiones.
Ochoa recibió un impacto de bala en la cíen y otro en la nuca, de milagro sobrevivió, contó uno de sus hermanos, y en una segunda ocasión lo volvieron a recibir a balazos sin lograr herirlo.
Él acudió un día después del ataque al Ministerio Público para interponer una denuncia, pero decidió desertar ante la complicada tramitología que lo estaban haciendo llevar.
Hoy Rigoberto continúa en Los Mochis, esperando contactar a algún responsable legal que pueda apoyarlo en su caso, y por la vía de juzgados lograr ver a sus hijos, pues su ex esposa solamente se los niega por teléfono diciéndole que “lo odia”.
