Tijuana, 20 de marzo de 2022.- Rafael Arroyo vecino de Camino Verde recuerda como él y sus hermanos y otras personas abrieron lo que hoy es la calle Cañón Víctor Islas Parra hace más de 30 años.
“Nos tocó abrir el cañón a pura pala y pico para poder entrar y este es el esfuerzo de toda la vida de nosotros”.
Hoy ve con tristeza como la casa que construyó su hermano y que no pudo estrenar está reducida a escombros. Asegura que no se quiere ir y solo lo hará en una situación de extrema urgencia.
“Igual nosotros estamos para desalojar, por lo pronto no, pero tenemos que andar buscando para la seguridad de la familia y las mascotas hay que sacarlas”.
Comentó además, que hay viviendas recién construidas que no alcanzaron a ser estrenadas.
Al señor Arroyo agregó que una de las principales problemáticas para poder arrendar son los altos costos de la renta que llegan casi a los diez mil pesos por mes además de las restricciones en las que no permiten tener mascotas.
Por su parte, la señora Patricia Hernández que vive en la Privada Arnulfo Palomera, asegura que los días son difíciles porque las condiciones en las que se encuentra el suelo se siguen complicando.
“Mi casa no he pensado en dejarla porque no tengo a dónde irme, mi casa está en tierra firme y si nos da miedo pero no tenemos a dónde ir.
Asimismo, dijo que no tiene servicio de agua potable, además los escombros de las casas que ya han cedido al peso de la ladera hacen muy difícil el acceso a su vivienda y no hay servicio de recolección de basura.
“Truena mucho la tierra y si nos da miedo porque estamos en un callejón y hay como tres casas que se van a venir para abajo, ya está rota la tierra y ya nos taparon la entrada ahora sí y ya no podemos entrar”
Respecto a la falta de servicios, comentó que tiene que acudir con una vecina para lavar y poder bañarse tanto ella como su hijo el cual acude a la escuela y la basura hay que acercarla las vialidades accesibles.
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