Tijuana, 13 de octubre de 2022.- Desde hace unos días, en uno de los semáforos de la Zona del Río, frente a la glorieta de “Las Tijeras” los Chapulines Mochos aprovechan el tiempo que el semáforo detiene el tránsito para presentar su mini espectáculo de futbol adaptado; son personas con discapacidad que aseguran que mediante este deporte descubrieron que la vida no termina con una amputación porque querer… es poder.
Jaime Cortez Pérez es el veterano en el equipo de los Chapulines Mochos, explica que luego de una lesión no atendida le sobrevino cáncer lo que terminó en la amputación de su pierna izquierda, junto con sus compañeros juega al futbol porque a través de él se dio cuenta que no todo estaba perdido, tiene ocho años que comenzó la práctica y asegura que en integrarse a un club de nombre Águilas fue el inicio de algo maravilloso.
Los Chapulines que llegaron a la ciudad hace apenas unos días procedentes de la ciudad de México, planean estar un mes, independientemente de cómo les vaya, refieren que han tenido problemas para encontrar un crucero en la Zona del Río porque todos se encuentran “apartados” desde muy temprano por malabaristas que también los utilizan para hacer sus actos a la espera de colectar algo de dinero.
El tiempo que tarda en cambiar la luz de rojo a verde para que los automovilistas continúen su camino es aprovechado por los Chapulines Mochos para dominar el balón y lanzárselo entre dos de los jugadores haciendo varias suertes mientras otros miembros del equipo recorren la fila de automóviles esperando que los conductores les den algunas monedas que al final del día reparten en partes iguales.
Ricardo Hernández Romero es uno de los que tiene menos tiempo en el equipo, el presenta amputación de la pierna derecha resultado de un accidente provocado en su natal Ciudad Netzahualcóyotl por un conductor ebrio que además se dio a la fuga, desde hace seis años se unió a los Chapulines Mochos donde encontró una terapia ya que además de la movilidad, practicarlo le ha permitido conocer a muchas personas que también quieren superarse.
Refiere que es la primera ocasión que sale de viaje con el equipo, vino porque en la Ciudad de México, de donde son originarios la situación económica es difícil y no existen ningún tipo de estímulo privado o gubernamental para las personas que practican el futbol adaptado, además de que considera que la práctica de un deporte es una enseñanza de vida que le permitió superar el trauma tras la amputación.